Escuchando se entiende la gente

Escuchando se entiende la gente: pero ¿no era hablando se entiende la gente? No, querido amig@, escuchando se entiende la gente, por que sólo una real escucha, una Escucha activa, se produce comunicación. Sin Escucha w se queda en ruido.

Escuchando se entiende la gente

Escuchando se entiende la gente

Es importante hablar con la otra persona sin miedo, para aclarar para solucionar problemas, para trabajar juntos y lograr objetivos.

Hablar es importante, pero tenemos que aprender a escuchar, a empatizar, a conectar con el otro: si aprendo el otro, si realmente me intereso en lo que pasa en su mundo, en su corazón, en su vida, se abre una comunicación auténtica que permite sumar en lugar de restar, mejor dicho permite multiplicar. Así es la comunicación, a diferencia por ejemplo de la economia,no es un proceso sumatorio sino multiplicatorio: pongamos que en mi cartera tenga yo un billete de 50€ y tú tienga otros 50 en la tuya, si te doy 50 € y tu me das 50 a mi seguimos ambos con 50€.

Sin embargo, pongamos que yo sepa a receta del tiramisú y te la enseño a ti que no la conocías y tú sabiendo la del salmorejo me la enseñes a mi que tampoco la conocía, al final ambos hemos ganado en el proceso.

Pero, para que esto ocurra tenemos primero que saber escuchar, así como refleja este texto sacado de la novela Siddartha de Hermann Hesse y que en mi opinión refleja la importancia de una escucha real y profunda:

«Vasudeva escuchó con suma atención. Lo comprendió todo, el origen, la niñez, todo el aprendizaje, la búsqueda, la alegría y la miseria. Entre las muchas virtudes del barquero, destacaba la de saber escuchar como pocas personas. Sin decir palabras, Siddharta notó que Vasudeva asimilaba todas sus explicaciones, sosegado, abierto, esperando sin perder una sola palabra, sin impaciencias, sin críticas ni elogios: únicamente escuchaba.

Siddharta sintió la felicidad de confesarse a tal oyente, de hundir en su corazón su propia vida, la propia búsqueda, el propio sufrimiento.«

Siddhartha
Siddhartha

«Te lo agradezco -declaró Siddharta-. Te lo agradezco y acepto. Y también te doy las gracias por haberme escuchado tan bien. Hay pocas personas que sepan escuchar, y no encontré a nadie que lo hiciera como tú. También quiero aprender esto de ti.

Aquí te propongo el octálogo de la escucha:.

1. Cuando escuches centrate en escuchar, no en lo que vayas a contestar: escucha.

2. No juzgues, escucha. Escuchar ea lo contrario de juzgar. Cuando juzgamos lo hacemos con El la mirada puesta en nuestra experiencia, en nuestras ideas, mientras que la escucha debe centrarse en la otra persona.

3 No hay realmente escucha si el otro no percibe que la hay. La escucha implica relación, somos nosotros en el terreno del otro, somos con el otro. Con tu mirada, admitiendo con la cabeza, con la postura de tu cuerpo tranmites al otro que realmente lo escuchas.

Dos orejas y una sola boca
Dos orejas y una sola boca

4. El lenguaje corporal transmite muchas cosas del otro, de su forma de sentir. Tenemos que atender a su lenguaje corporal o sólo estaremos atentos a la parte racional que nuestro interlocutor transmite, descuidando sus emociones, sus sentimientos, su forma de sentir

5. No tengas prisa en contestar, para escuchar hay que estar en lo que el otro está diciendo.

6 Repite la última palabra o palabras clave de lo que el otro está diciendo, así el otro oye desde fuera como suena lo que dice y profundiza en ello y es consciente de que le escuchas realmente.

7. Parafrasea lo que dice, díselo recoglento los elementos centrales su mensaje, de modo que al oírlo pueda poner orden y aclarar a su comunicación

8. Atiende la emoción subyacente.

Estas ocho pautas nos ayudan a escuchar activamente a la otra persona y a posibilitar una comunicación eficaz y constructiva

Te propongo que cada día reserve 10′ para escuchar conscientemente, poco a poco se convertirá en un hábito. Escuchando se entiende la gente, y como dijo Zenón De Elea, recuerda que «.. la naturaleza nos ha dado dos oídos y una boca para enseñarnos que vale más oír que hablar.”

No lo olvides

Carlo De Amicis .

Dedica

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